Uno de cada cinco españoles corre el riesgo de caer en la pobreza
El sistema español de
protección social es uno de los más ineficaces de la Unión Europea a la hora de luchar contra la pobreza, sólo por detrás
de Bulgaria, según un informe sobre Crecimiento, Trabajo y Progreso social en la UE presentado este martes por la Comisión Europea.
El documento revela que en el
año 2007 el riesgo de caer en una
situación de pobreza afectaba al 16% de la población europea, pero que este porcentaje oculta "una gran
diferencia por países" y va del 10-12% en el caso de República checa,
Países Bajos, Eslovaquia, Suecia, Austria, Dinamarca, Eslovenia o Hungría a una
horquilla de entre el 20-25% en Italia, Grecia, Letonia, Bulgaria, Rumanía y España, donde el porcentaje era del 20%.
También indica que la red de
protección social tienen un claro efecto redistributivo en todos los países de
la UE pero que el planteamiento del sistema
de beneficios fiscales es "crucial" para entender las amplias
diferencias que existen en la eficacia de
la protección social.
Las pensiones en España no tienen un efecto redistributibvo muy fuerte
Subraya en este sentido las
"significativas diferencias" entre Estados miembros "en la forma
y extensión de redistribuir los recursos de los impuestos y prestaciones a los
sectores de población con rentas más bajas".
De hecho, la eficacia de las
prestaciones sociales en la lucha contra la pobreza, sin tener en cuenta las
pensiones, fue del 36% en el conjunto de la UE, mientras que el efecto menor se
produjo en Bulgaria, Grecia, España, Italia y Rumanía, donde sólo sirvió para
recortar un 19% o menos.
Según los técnicos de la CE
responsables del informe, la escasa eficacia del sistema
español de redistribución puede deberse a la importancia que tiene el gasto en
pensiones en el total de la protección social. "Las pensiones están ligadas con frecuencia a la carrerra
profesional y a las contribuciones y no tienen un efecto redistributivo muy
fuerte", destacaron.
España tendrá que seguir invirtiendo
Otra de las conclusiones que
apuntan los autores del informe es que España tendrá que seguir invirtiendo en
protección social en plena aplicación de la Ley de dependencia, es decir que
debería seguir aumentando el gasto en este capítulo y hacerlo al mismo tiempo
que se busca la sostenibilidad del sistema y el control financiero.
Por otro lado, el informe pone
de relieve que en la década pasada, el crecimiento económico y el aumento del
empleo mejoraron en general el nivel de vida de los europeos, pero que las
desigualdades, la pobreza y la exclusión social aumentaron pese al claro efecto redistributivo de los tiempos de
bonanza.
Bruselas recuerda que tener un
trabajo sigue siendo el mejor seguro frente a la exclusión peroalerta
igualmente de que el 8% de los trabajadores son pobres y que ese porcentaje no ha variado. Además, persiste la
segmentación del mercado laboral y las lagunas en el empleo de calidad, por lo
que pide a los Estados diseñar estrategias activas de inclusión para apoyar a
los sectores más vulnerables frente a la crisis y garantizar el crecimiento
futuro.
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